Con el corazón abierto al servicio, los alumnos de secundaria de Mano Amiga Villas de San Juan iniciaron el año con dos eventos de labor social que dejaron huella en quienes más lo necesitan.
Durante enero de 2025, llevaron esperanza, compañía y el amor de Dios a niños y familias en situaciones vulnerables, demostrando que un pequeño gesto puede transformar vidas.
El primer evento se llevó a cabo el 29 de enero en el Hospital Pediátrico, donde los estudiantes del ECYD, Forzza y Caballeros del Altar, acompañados por los padres José Manuel y César, Legionarios de Cristo, así como por las maestras Dulce María y Rosalba y varias madres de familia, realizaron una misión solidaria. Con entusiasmo, recolectaron ingredientes como pan, crema, jamón y jugos, prepararon tortas y sándwiches en el colegio y luego los entregaron a los familiares de los niños hospitalizados. La jornada estuvo llena de gratitud y emoción, pues estos pequeños detalles llevaron alivio y esperanza a quienes atraviesan momentos difíciles.
Días después, los mismos grupos de alumnos visitaron el Orfanato Martín del Campo, donde residen niños y niñas de entre 4 y 11 años. Bajo la coordinación del profesor Santos y su equipo docente, se organizó una campaña de recolección de insumos de limpieza para contribuir al mantenimiento del lugar. Además, los estudiantes prepararon juegos y dinámicas, compartiendo una mañana llena de diversión y cariño con los niños, quienes disfrutaron cada momento.
Estas actividades reflejan el espíritu de servicio y solidaridad que distingue a los alumnos de Mano Amiga. Para muchos, la experiencia fue una lección de vida:
“Ver a los alumnos interactuar con los residentes fue conmovedor. La entrega, la empatía y la alegría que mostraron nos recordó el verdadero significado del servicio. Este tipo de actividades forjan en ellos valores que durarán toda la vida.” – Dulce María Rodríguez Ramírez, profesora y organizadora.
“Fue una experiencia inolvidable. Ver las sonrisas de los niños en el orfanato y la gratitud de los familiares en el hospital me hizo darme cuenta de lo importante que es ayudar. Me llena el corazón saber que con algo tan sencillo como un sándwich o un juego podemos marcar la diferencia.” – José Gabriel Gómez Ramírez, alumno del apostolado Caballeros del Altar.
“Como madre, fue hermoso ver el compromiso y la entrega de nuestros hijos. No solo ayudaron, sino que aprendieron a valorar lo que tienen y a compartir con amor. Estos momentos refuerzan su formación y les enseñan que servir a los demás es un privilegio.” – Gabriela Gómez Castillo, madre de familia.
Con estas acciones, los alumnos de Mano Amiga reafirman su compromiso con los valores de solidaridad y servicio, llevando esperanza a quienes más lo necesitan y recordándonos que el amor y la fe son las herramientas más poderosas para transformar el mundo.